Mi nueva maceta

Publicado originalmente el 30 de mayo 2010 por Carmen en Tukitina’s World.

Las personas somos como plantas. Necesitamos sol, agua, tierra y oxígeno. No podemos vivir sin ellos. Tenemos raíces más profundas de lo que pensamos y crecemos de manera imperceptible, pero constante. Nos gusta pensar que somos mucho más complejos, que necesitamos mil y una cosas para vivir, para alcanzar la felicidad, pero por lo general nos equivocamos. Necesitamos muy poco, todo lo demás son adornos y complementos en el mejor de los casos, complicaciones en el peor.

Crecemos lentamente, sin darnos cuenta, a pesar de que el proceso tiende a ser de un modo u otro doloroso. Estamos tan ocupados observando nuestro propio ombligo que rara vez nos interesamos en prestar atención al resto de nuestro ser. Hasta que un día notamos que algo es distinto. Nuestro interior alberga algo nuevo, que no sabemos identificar. O tal vez sea que algo que estaba allí ahora no está. No nos hacía falta, nos deshicimos de ello. Puede que sean ambas cosas. O puede que sean nuevos brotes que han crecido, igual que crecen las plantas.  Nos damos cuenta de la diferencia, pero por lo general la ignoramos. Fijamos de nuevo la vista en nuestro ombligo y esperamos a que esa nueva sensación, esa incomodidad, esa novedad desaparezca.

Pero no desaparece, al contrario, la incomodidad es cada día mayor. No nos encontramos a gusto allí donde estamos, pero no identificamos el motivo de nuestro malestar. ¿Qué ha cambiado? Pasamos días, semanas, en ocasiones algunos meses y nos familiarizamos con la nueva sensación. Nos adaptamos. La ignoramos con más facilidad, a pesar de se conscientes de su presencia. De pronto, de nuevo, un día, nos levantamos y sin darnos cuenta echamos la vista atrás. ¡Cómo hemos cambiado! En poco tiempo (días, semanas, en ocasiones algunos meses) todo es diferente. Nuestro mundo está del revés. Es mejor. Nos sentimos bien, grandes, fuertes, llenos de energía… ¡Nos han trasplantado!

Deja un comentario

Comentarios

¿Vienes conmigo?

Suscríbete a La Enésima Aventura y recibe cada nueva historia directamente en tu buzón.

Esta página es solo un tramo del sendero

Deja tu correo electrónico y camina conmigo: encontrarás sueños, relatos y novelas que crecen capítulo a capítulo.