Ayer me comprometí a compartir la práctica sobre «El yo en la escritura» y aquí la traigo, pero debo decir que ha sido de los ejercicios más difíciles que he hecho. Se me da fatal ceñirme a convencionalismos y esta puesta en escena es un cúmulo de ellos. Tantos que, para que las cosas cuadren, he tenido que mentir descaradamente. Así que, al final, esto es autoficción, pues hay tanto de inventado como de real y… Ufff, me cansa mucho teorizar sobre todo esto. La escritura del yo debería ser más salvaje y libre, menos encorsetada.
En fin, el plazo para la entrega termina esta medianoche y la he entregado unas doce horas antes, lo que, para tratarse de mí, no está mal. La práctica consta de dos partes, una primera de presentación y justificación del ejercicio, cuya extensión debía ser de entre media y una página. Creo que me he pasado un pelín en la extensión de esta partem como unas dos o tres líneas, espero que no me lo tengan demasiado en cuenta. La segunda parte es el ejercicio en sí mismo. He optado por un formato de diario porque, bueno, ya véis lo que escribo aquí ¿verdad? Pensaba que me sentiría más en mi salsa. Y ha sido así. Hasta puede que adopte el formato para las entradas que traten sobre la escritura de a novela, ya veré.
Y, ahora, mientras estoy escribiendo esta entrada, que sí que es un diario real, pienso que quizás mi diario supuesto se parece más a un dietario, porque hay poca reflexión y mucha exposición de hechos. Pero la culpa de eso, lo siento mucho, es de la extensión: Entre 600 y 800 palabras. ¿Cómo demonios voy a reflexionar en esa extensión? Si he tenido más bien que amputar todas las reflexiones para que el conjunto tuviera sentido.
Vamos, que no sé, que es posible que esta práctica, que, de todas, es la que mejor se me tendría que haber dado, sea la que peor me ha ido. Ya lo veremos. Lo importante es que está entregado. Y, sin más dilación, os la comparto. Espero que os guste:
Práctica 3 de «El yo en la escritura»
Introducción
He escogido el diario personal para dar forma a este relato porque, casi desde que tengo uso de razón, escribo diarios y me siento muy cómoda con este formato, además de ser uno de mis géneros preferidos. Asimismo, creo que gracias a Virginia Wolf, me gusta mucho la idea del diario de una escritora en el que quedan plasmadas las fases del proceso creativo, ya sea, como en el caso que presento, la forma de gestarse la idea de una novela, o, como en algunos fragmentos de los textos de Wolf, los pesares de la revisión, las reflexiones sobre el propio texto o, incluso, las dudas sobre el mismo.
El objetivo estético de este trabajo es diverso. Por un lado, el de presentar un formato de diario sencillo, realista, con un lenguaje coloquial, similar al que cualquiera puede llevar en su día a día y, por otro, mostrar de modo fiel a la realidad la forma en la que surgió la idea de la novela de mi futuro Trabajo Final de Carrera (TFM). Asimismo, he aprovechado dos viajes en barco para enmarcar el texto, uno, de partida, con motivo de disfrutar en casa de unos días de vacaciones, en el que todavía no existía la idea de TFM y solo la obligación de buscarla para poder llevar a cabo el trabajo en su momento, y, el otro, de regreso, ya con una idea clara. Además, la ocasión de pensar sobre esa idea surge de forma circunstancial, al igual que después la propia idea, y está explicado con la finalidad de no dejar claro cuánto de trabajo creativo intencional y cuánto de inspiración inducida por la casualidad, el reposo e, incluso, la medicación hay detrás de la idea de novela.
El viaje, de esta manera, además de enmarcar el texto, se convierte en una aventura de transformación, a través de la superación de pruebas (la lesión, las actividades a entregar, la dificultad para escribir por la medicación…) que, a modo de El viaje del héroe, causa que la protagonista no regrese a casa igual que partió y que, además, lo haga con un premio -o una nueva misión, según se mire- que es la historia que tiene que contar. Por lo que se refiere a los cambios a causa de la maduración de la idea, el más importante es la inclusión del viaje de vuelta para dar un cierre a la historia, ya que en las primeras versiones no estaba incluido. El resto de variaciones tratan sobre la extensión del texto, que en las primeras versiones era demasiado largo. Asimismo, en el último momento, se ha decidido agregar una nota aclaratoria, a modo de pacto autobiográfico, justo después del título y la atribución, en la que se especifica no solo la veracidad de los hechos contados sino también la autenticidad del documento, que fue escrito en las fechas señaladas, aunque fueron editados con posterioridad, pero respetando el contenido original.
Además, he procurado que la tensión entre las tramas (por un lado, la lesión durante las vacaciones y su evolución y, por otro, la gestación de la idea de novela) sea adecuada para dar consistencia al texto y mantener el interés. Espero haberlo conseguido.
Diario personal de Carmen Cervera Tort
Todos los hechos aquí expuestos son ciertos y fueron recogidos entre el 29 de marzo y el 5 de abril de 2024, cuando tuvieron lugar, y han sido recopilados y editados para este trabajo entre el 3 y 24 de junio de 2024, respetando al máximo el texto original.
Palma, 29 de marzo de 2024
He llegado a Mallorca un día antes de lo previsto, pero en peor estado de lo esperado. Suspendieron los ferris rápidos por el temporal y me han colocado en barco lento, de carga, con poca capacidad para pasajeros y con salida a las tres de la madrugada. Era la única opción para pasar en casa las vacaciones de Semana Santa. Hoy toca descansar porque estoy hecha polvo. Casi no he pegado ojo en toda la noche y creo que me hice daño en la rodilla derecha al cargar el coche. La parte buena es que he aprovechado la noche en vela para pensar en la historia para el Trabajo Final de Máster (TFM).
Palma, 30 de marzo de 2024
La rodilla derecha sigue mal, espero que se solucione con un par de días más de reposo. Esta mañana he ido a casa de mis padres a preparar los dulces de Semana Santa y me lo he pasado genial. Las reuniones familiares en la cocina mientras preparamos crespells, robiols y panades son mi parte favorita de estas fiestas.
Por la tarde, para darle un descanso a la rodilla, he estado leyendo en casa. Lo he disfrutado muchísimo, aunque cada dos por tres la cabeza se me iba hacia la historia del TFM. He tomado muchísimas notas de las ideas sueltas que se me ocurrían. No creo que sirvan para nada, pero ahí están, por si acaso.
Palma, 1 de abril de 2024
Son las dos de la madrugada y acabamos de salir de urgencias. El dolor de rodilla no solo ha ido empeorando, sino que hoy se ha hinchado muchísimo y me he asustado. Después de comer y pasar la tarde en casa de mis padres, Juan me ha convencido para ir al hospital porque la rodilla tenía muy mala pinta y ha tenido razón. Rotura de menisco, según los médicos. Al menos 20 días con una férula, pierna en alto y reposo. Menudas vacaciones…
Palma, 3 de abril de 2024
La rodilla duele mucho. El efecto de los calmantes solo dura unas cuatro horas y no puedo tomar más hasta las ocho. Estoy desesperada.
Palma, 6 de abril de 2024
Me han subido la dosis de los calmantes. Me quitan el dolor, pero también la razón. Se parece más a estar febril que drogada. La historia para el TFM ha vuelto con fuerza. Tomo notas a boli en un cuaderno, pero mi letra es casi ilegible.
Palma, 7 de abril de 2024
No sé cómo lo he conseguido, pero he hecho las prácticas de la universidad que tenía que entregar. No he sido capaz de releerlas y quizás he escrito algún disparate. Nunca había hecho una actividad en este estado y, menos todavía, la había entregado sin revisar. Al menos, he podido entregar. Me quedo con eso.
Palma, 15 de abril de 2024
Puede parecer que no he escrito nada en una semana, pero no es cierto. He dejado de lado el diario para concentrarme en la historia del TFM. No sé si será cosa de las pastillas y de ese estado entre la fiebre el colocón que me generan, o si, sencillamente, todo este tiempo libre, sin poder hacer nada y con una idea sobre la que dar vueltas, ha obrado algún tipo de magia. En cualquier caso, la historia ha crecido y, lo que me gusta más, los personajes han cobrado vida. Sobre todo, ella, Aradia, la protagonista. Me encanta esa mujer, me encanta que sea una bruja, que sea fuerte, que sea libre. Pero, sobre todo, me encanta todo lo que eso significa. Creo que nunca le había encontrado tanto el sentido a escribir fantasía como ahora.
Palma, 19 de abril de 2024
Esta mañana he ido al médico. La rodilla está mejor, aunque todavía necesita reposo y rehabilitación. Ya no duele tanto y no necesito tanta medicación, pero todavía no puedo volver al trabajo y, aunque me siento algo culpable, eso me alegra porque así podré seguir trabajando en la historia de Aradia, que, ya es seguro, será mi proyecto de TFM. ¡Qué ganas tengo de empezar a escribir esa novela!
Mar Mediterráneo, en algún lugar entre Palma e Ibiza, 5 de mayo de 2024
Escribo desde el barco que me lleva de vuelta a Ibiza. Al fin me han dado el alta y puedo volver al trabajo, aunque tendré que seguir con la rehabilitación. Aun así, siento que la que vuelve no es la misma persona que partió: al irme tenía que buscar una historia para el TFM y era como tener que hacer una práctica más. Ahora tengo una historia que contar, la de Aradia, y no se trata solo de una práctica o un trabajo final, es, casi, como una obligación, o, mejor, una necesidad.





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